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Richemont se refuerza en joyería y se hace con la italiana Vhernier

Por Jaime Martinez

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Exterior de una de las tiendas monomarca de Vhernier. Credits: Vhernier.

Madrid – La multinacional suiza del lujo Richemont, compañía matriz de un tan diversificado como elevado portafolio de casas de moda, firmas de alta joyería y relojería, y plataformas de comercio online, acaba de anunciar la compra del 100 por cien del capital social de la casa de joyería italiana Vhernier. Adquisición desde la que salen a reforzar su estratégica cartera de firmas de joyería, sumando a Vhernier a un portafolio del que ya forman parte nombres tan históricos y de referencia en el sector, como los de Cartier, Buccellati y Van Cleef&Arpels.

Fundada en la localidad piamontesa de Valenza, en la provincia de Alessandria, en 1984, pero con su actual sede en Milán, Vhernier fue adquirida en el año 2001 por la familia Traglio, cuyos miembros se han mantenido desde entonces al frente de la casa de joyas. Una firma especializada en la producción de obras de alta joyería, todas ellas elaboradas a mano desde los talleres de orfebrería de Vhernier en Valenza.

Talleres desde los que se supervisa la creación de cada una de sus piezas, tan delicadas como únicas, y que se singularizan dentro del mercado especialmente por sus sinuosas líneas orgánicas inspiradas en la propia morfología del cuerpo humano, así como por el encontrarse fabricadas en una combinación inusual de metales y piedras preciosas, con otros metales menos convencionales como pueden resultar el titanio, el bronce o hasta la madera de ébano. Características más singulares de unas piezas de alta joyería que desde Vhernier se encargan de comercializar a través de su página online oficial, así como de una seleccionada red de “boutiques” tanto monomarca como multimarca, repartidas principalmente por Europa y por los Estados Unidos.

Regiones en las que así pues la firma italiana concentra el grueso de su actividad comercial, actividad que termina de completar con la que la casa genera igualmente a través de De Vecchi Milano 1935. Casa especializada en diseños de platería para el hogar, fundada en Milán en 1935 por Piero De Vecchi, y adquirida por Vhernier en 2010 como un complemento “natural” a esa defensa del diseño, de la artesanía y del “Made in Italy” que se cultivaba desde dentro de cada una de ambas casas; ambas ahora adquiridas por Richemont en el marco de una operación cuyo importe no ha trascendido, pero que desde el holding multinacional suizo defienden que no generará ningún impacto financiero material sobre sus activos netos, ni sobre los resultados operativos de la compañía para este nuevo ejercicio fiscal de 2024.

Pieza de alta joyería de Vhernier. Credits: Vhernier.

“Estamos encantados de que la Maison Vhernier se una a Richemont, líder indiscutible en joyería de diseño”, no han guardado reparo alguno a la hora de salir a valorar Carlo Traglio, presidente, y Maurizio Traglio, director general de Vhernier, a lo largo de unas declaraciones compartidas a través de un comunicado oficial. Desde esta operación, todavía sujeta a las habituales condiciones y aprobaciones regulatorias, “creemos firmemente que nuestra distintiva ‘Maison’ de joyería prosperará bajo la dirección, la experiencia y el cuidadoso mimo de Richemont”.

“La Maison Vhernier ofrece unos diseños distinguidos y distintivos en los que se combinan maravillosamente formas modernas, estilizadas y elegantes, con materiales poco convencionales, puestos en valor con una artesanía excepcional”, apunta por su lado Johann Rupert, presidente de Richemont. “Esta estética única complementa perfectamente nuestra actual colección de reconocidas casas de joyería”, a las que “estamos encantados de dar la bienvenida al talentoso equipo de Vhernier a la familia Richemont”. “Tenemos muchas ganas de trabajar juntos para aprovechar todo el potencial de esta excepcional Maison”, con la que la multinacional suiza se refuerza “dentro del próspero mercado de la joyería de marca”.

Un sector estratégico

Lejos de resultar gratuita, la adquisición de Vhernier y de De Vecchi Milano 1935 por parte de Richemont sirve para reforzar y diversificar la presencia de la multinacional suiza dentro de un sector de la alta joyería, que precisamente se descubre, a cada día y a cada ejercicio, como más vertebral y esencial dentro de la multinacional suiza del lujo. Una cuestión para la cual, y a falta de la publicación de sus últimos resultados anuales del ejercicio de 2023, que la compañía presentará este próximo 17 de mayo, basta con echar la vista a sus estados financieros de 2022. Año fiscal finalizado a fecha del 31 de marzo de 2023, que la compañía suiza alcanzó a completar elevando sus ventas hasta los 19 953 millones de euros (+19,13 por ciento). Una facturación de la que 13 427 millones de euros (+21,14 por ciento) fueron generados únicamente a través del negocio de alta joyería de Richemont, que, al cierre del ejercicio, llegaba así a representar hasta el 67,29 por ciento del total de todas las ventas de la compañía, volviendo en prácticamente en anecdóticos los 3 875 millones de euros (+12,78 por ciento) facturados por sus casas de alta joyería, o los 2 651 millones de euros (+18,87 por ciento) por sus “otros” negocios menores, entre los que se incluyen casas de moda y de accesorios como Alaïa, Chloé, Dunhill o Montblanc, así como las operaciones de las plataformas de todo el ecosistema Yoox Net-A-Porter.

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